Nos llamó poderosamente la atención la historia de Carmen Martínez de 12 años de edad quien todos los días se enfrenta junto a su familia a la peligrosa travesía en canoa y sin ningún tipo de protección. A Carmen los uniformados le regalaron una Tablet para que pueda recibir sus clases virtuales.

 “A mí me da miedo por el riesgo que corremos mi padre y yo, pero no hay otra salida y yo quiero estudiar para ayudar a mi familia”, expresó Carmen, al mismo tiempo que agradeció a las uniformados de la Unidad Canina por su Tablet.

La hazaña de una familia y su hija Carmen Martínez  tarda 45 minutos, pero al final lo que importa es llegar a la meta y cumplir sus sueños de convertirse en doctora o servir a la Patria desde las filas de la Policía Nacional: atravesar el río Tapia, ubicado en Tocumen para acudir al Instituto Profesional y Técnico Don Bosco.

Son 45 minutos en los que van orando a Dios para que nada malo les pase en su recorrido, sobretodo en esta temporada de lluvias  cuando el caudal aumenta casi al mismo ritmo que los latidos del corazón de los dos navegantes Carmen y su padre Mario Martínez, cada vez que atraviesan en la pequeña canoa, sin ningún tipo de protección.

Es una travesía  que cumplen cada mañana arriesgando sus vidas al cruzar el río, nos contaron que el río está lleno de lagartos, pero es el único medio de transporte para salir de su humilde hogar a recibir sus clases.

Para Mario Martínez,  “La angustia de ver día a día nuestras vidas en peligro aumenta con la temporada de lluvia, donde el río se vuelve más agresivo y gracias a Dios no hemos tenido problemas, aunque si tuve que cambiar la canoa, la anterior era de foam y se nos partió”, nos relató el padre de Carmen.

La Policía Nacional como institución de seguridad comprometida con el bienestar de la ciudadanía acude a menudo al lugar, y muestran su apoyo.